Antrop. Rául Pacheco Herrera

Estamos cansados, estamos indignados y estamos hartos de ver como la corrupción ha crecido en este país, de ver como los tentáculos de lo ilícito han llegado a todos los rincones, de ver como la política ha sido convertida por algunos delincuentes en su nuevo modus operandi. Hoy cada vez que vemos una obra de envergadura, puente o carretera, lo único que nos preguntamos es ¿ Y aquí cuanto habrá sido la coima? Estamos cansados de ver como alcaldes cuyos sueldos son de 4 a 5 mil soles mensuales tienen casas, carros, lujos y viven en la abundancia. Funcionarios, Gerentes, Administradores de Municipalidades de escasos recursos con carros del año, mansiones doradas, tiendas, restaurantes y negocios construidos en base a sueldos que no superan los 4,000 soles mensuales. ¿Que alguien nos diga como lo hacen?

Pero eso se tiene que acabar, porque mientras los vecinos de la vía de evitamiento día a día veían indignados como habían sido estafados con esa obra y su calidad de vida era agredida, y realizaban marchas y protestas exigiendo explicaciones y soluciones, por lo visto la preocupación de Jorge Acurio, era acelerar el depósito de $1,200,000 a sus cuentas. Hoy la vía de evitamiento es el testimonio vivo de la corrupción, de un país cuyas instituciones han sido denigradas y donde nuestra dignidad como sociedad ha sido reducida al “¿Cómo es?”, al “¿Tú dirás?”. El Poder Judicial tiene la difícil tarea de resarcir la dignidad de los ciudadanos a pie, de esos que creen en el trabajo como la única vía para mantener a sus familias.

Jorge Acurio, el popular Coco, el hombre que tras la fachada del nacionalismo nos hizo creer en un proyecto de transformación en la región, está preso, posiblemente le esperen largos años tras las rejas, ha derramado lagrimas mientras escuchaba la ampliación de su detención preliminar, niega ahora conocer a los abogados que habrían sido sus cómplices, esa eterna sonrisa se ha borrado de sus rostro. Lo peor, es que al parecer, con él se empezará a desenredar una larga madeja, de funcionarios, abogados, empresas y personas vinculadas a la corrupción y que ojalá empiezan a caer.

Debemos también comprender que los corruptos son una especie de delincuentes, que no pueden ser catalogados como hombres de derecha, izquierda o centro; los corruptos son simplemente corruptos, su única ideología es robar, enriquecerse a costa de la miseria y pobreza de la gente, les da lo mismo cualquier movimiento político; si no pueden fundar el suyo, entonces se acercarán y buscaran subirse a cualquiera que les garantice el poder, pero el poder para robar y amasar fortunas.

Por cada vecino de la vía de evitamiento cuya vida hoy se ha complicado, por cada cusqueño, varón o mujer que ha dejado de atenderse en el Hospital Lorena y que hoy tienen que ir a ese inadecuado Hospital de Contingencia, por cada niño que ha dejado de estudiar en aulas decentes y hoy tiene que aprender en barracas, por cada hincha del Cienciano que vio como destruían el Estadio Garcilaso y tuvo que ver a su equipo deambular en Urcos, Calca y Espinar, por cada cusqueño que fue objeto de abusos por la camarilla de Acurio, por todas esas personas que vivaron su nombre en campaña y luego fueron ignoradas; por cada una de ellas, por cada uno de nosotros, por nuestros hijos, por nuestras familias, por esta tierra que vio nacer a Emiliano Huamantica y a Daniel Estrada, por esta sagrada tierra y en nombre de todos, no queda más que pedir justicia y decirte a viva voz “Hasta la vista, Coco”