#ElPerúQueQueremos

Foto : l

EL HUAYCO DE LA CORRUPCION

Publicado: 2017-04-24



Antrop. Raúl Pacheco Herrera

El fenómeno del Niño Costero ha culminado y tras su devastador paso, nos ha dejado una tarea sumamente difícil, que es la reconstrucción de las zonas afectadas, tarea que costará millones de soles y cuyo primer impacto será una caída en el crecimiento económico del país. La tarea es muy difícil, no porque esta implique soluciones de infraestructura muy complicadas, sino porque el principal reto en este proceso será hacerlo sin corrupción, ya que ante el Plan de Reconstrucción presentado por PPK, son muchas las voces que le han dicho al gobierno, que: “La reconstrucción no es un negocio”.

El huayco de lodo y barro se ha ido, ha dejado estragos y desolación, pero no nos olvidemos que tenemos otro huayco que nos viene inundando hace mucho tiempo y cuyos estragos son mucho más fuertes que los dejados por el niño costero. Ese huayco se llama Corrupción

En Cusco por suerte, no hemos sufrido mayores estragos por efectos de la naturaleza en este último periodo, sin embargo, el huayco de la corrupción nos ha arrasado y lo sigue haciendo, No hemos necesitado de un huayco para haber visto derrumbarse el Hospital Antonio Lorena y dejarlo abandonado y sin la menor probabilidad, al menos cercana de ver su culminación, mientras tanto, quienes necesitan atención de salud, deben atenderse en un inadecuado Hospital de Contingencia, el cual hace tiempo ha colapsado.

No hemos necesitado de lodo, barro, ni sismos para haber demolido una veintena de colegios, con el pretexto de reconstruirlos y modernizarlos, y que hoy funcionan en módulos, sin que haya ninguna alternativa de que estos se construyan, mientras tanto los niños y maestros, están en el abandono total. El huayco que arrasó esos colegios se llama Corrupción.

Entonces así como el norte del país empieza a plantearse una agenda de reconstrucción, aquí en Cusco, parece que no tuviéramos ninguna agenda, pues nada sucede, pues ninguna obra importante se ejecuta, y hemos visto pasar más de 20,000 millones de soles, producto del canon gasífero y minero, los cuales no nos han dejado ninguna obra de impacto. Hace 10 años éramos una región con brechas, con carencias, sin diversificación productiva, con un Estado ausente, en el que nuestras zonas rurales alejadas ostentan indicadores de salud y educación que distan mucho de esa imagen de una región que recibe millones de soles por sus recursos naturales y que recibe además cientos de miles de turistas que dinamizan su economía , pero que amplían las brechas y que pasados 10 años, seguimos en la mismas condiciones., quizá en peores, pues la corrupción no era nuestro principal problema hace una década.

Hay un huayco llamado corrupción, mucho más maligno que el de lodo y barro, somos sin darnos cuenta, Evangelinas Chamorro, que en medio del embate de la corrupción, intentamos levantarnos infructuosamente, y no podemos, no podemos construir un hospital digno, no podemos darles condiciones adecuadas a nuestros estudiantes.

El norte del país, va iniciar su proceso de reconstrucción, va a plantearse una agenda que impida que nuevamente suceda lo que acabamos de sufrir. Es tiempo que en el Sur, que en Cusco, construyamos una agenda también de reconstrucción, porque los estragos del huayco de la corrupción han sido quizá mucho más nefastos y por tanto tiempo estamos viviendo en medio de ese lodo, que ya ha muchos nos parece natural, tanto así que cada vez que pasamos por el inconcluso Hospital Lorena y ya ni nos indignamos. Aprendamos de Evangelina Chamorro que salió del lodo con sus propias fuerzas, y sacudámonos de ese barro llamado corrupción, ya es hora.


Escrito por

RAUL PACHECO HERRERA

Antropólogo. Analista Político, especialista en Planificacion, Gestión Pública. Patrimonio Cultural e Identidad. Desde el Cusco


Publicado en

Raul Pacheco

Antropólogo. Analista político, especialista en planificación, patrimonio y gestión cultural, pueblos indígenas e identidad. Desde Cusco