#ElPerúQueQueremos

EL PODER POLITICO

De herramienta para el desarrollo a un Arma para el mal

Publicado: 2017-04-17


Si el propio Aldo Mariátegui, ha escrito una columna en la que no puede entender que es lo que le sucede al Fujimorismo, (“No se les entiende” Perú 21, 10/04/17) en referencia a las propuestas de ley que presenta, así como a todos los Decretos Legislativos en los que se incluía la ideología de género y que han derogado, es que estamos presenciando una especie de culmen en el desmedido e irresponsable uso del poder que suele hacer el Fujimorismo, donde la pregunta más allá del ¿Qué es lo que les sucede?, es más bien ¿Qué es lo que se nos viene?, y en realidad, eso, es lo que más nos preocupa.

Lamentablemente en nuestro país, en los últimos quinquenios, el poder político se ha convertido en una herramienta que se usa equivocadamente; el poder político ha dejado de ser una herramienta para el desarrollo y el bien común, para convertirse en un arma cargada, la cual es usada en primer lugar para ajustar cuentas, cobrar venganza y tratar de eliminar a los enemigos políticos, el poder político es usado luego para el desmedido beneficio personal, para el lucro económico, para una especie de “ahora o nunca” , en la que muchas autoridades parecen encabezar organizaciones diseñadas para el robo, la corrupción y el enriquecimiento, mientras los ciudadanos contemplamos y recibimos obras y servicios de pésima calidad, en medio de denuncias y escándalos, que nos generan vergüenza ajena.

Aunque el Fujimorismo representa la cúspide del pragmatismo político, el clientelismo y mal uso del poder, esta mala práctica no es exclusiva de este grupo. La impunidad en la que han vivido por muchos años, ha servido de mal ejemplo, una especie de anti-pedagogía o aprendizaje del mal, a gran parte de la clase política, la cual ha aprendido y hasta mejorado las prácticas fujimoristas; especialistas en contrataciones del Estado, sobrevaloraciones, empresas fantasma con direcciones falsas, cartas de fianza adulteradas, y proveedores para todos los gustos han reemplazado a los gestores públicos. Hoy ya no se arman equipos técnicos, se arman bandas delincuenciales para gobernar y enriquecerse.

Sin embargo la salida a la luz del escándalo de Odebrecht, el pedido de prisión preventiva para Alejandro Toledo y las detenciones de Félix Moreno, (Gobernador regional del Callao) y del Alcalde de Chilca, sólo por citar los casos más mediáticos, , parecen ser el cascabel puesto al gato. A diario los medios de comunicación nos inundan con noticias relacionadas a la corrupción y la sensación de rechazo y repulsión en la ciudadanía es cada vez más evidente y contundente. Este país a pesar sus indicadores de crecimiento económico no ha podido desarrollarse debido a la corrupción, a esos millones y millones de soles que engordan los bolsillos de unos cuantos y que agrandan las brechas sociales.

Lo mas preocupante de todo esto, es que ese poder político lo otorgamos nosotros en elecciones, somos nosotros quienes elegimos a estos personajes y estamos prontos a hacerlo nuevamente. Ojala que los reportajes de alcaldes y autoridades inmersos en delitos de todo tipo : extorsión, colusión, peculado, asociación ilícita para delinquir, apropiación ilícita y hasta violación, nos sirvan para abrir los ojos y buscar personas libres de estas acusaciones , personas que alguna vez sepan y entiendan que el poder político se usa para que todos los ciudadanos tengamos una mejor calidad de vida y no para engordar las cuentas de unos cuantos corruptos y delincuentes que hoy se disfrazan de políticos y gobernantes.


Escrito por

RAUL PACHECO HERRERA

Antropólogo. Analista Político, especialista en Planificacion, Gestión Pública. Patrimonio Cultural e Identidad. Desde el Cusco


Publicado en

Raul Pacheco

Antropólogo. Analista político, especialista en planificación, patrimonio y gestión cultural, pueblos indígenas e identidad. Desde Cusco